Los Bilbainos Celebraron La Festividad De Su Patrona, Nuestra Señora De Begoña

Los bilbaínos y bilbaínas residentes en Torrevieja celebraron, durante la jornada del sábado pasado, la Festividad de su Patrona, Nuestra Señora de Begoña.Tras la celebración de la eucaristía, en la iglesia de la Inmaculada, comenzaron los actos festivos entre los que resaltó la actuación de los típicos "Txistularis" en la Plaza de la Constitución, acompañados por numeroso público entre el que destacaron representantes de las Peñas del Atletic de Bilbao con presencia en la Ciudad Salinera.

La Virgen Nuestra Señora de Begoña es la Patrona de Bilbao y Bizkaia. Se trata de una advocación mariana muy querida y venerada por lo que los bilbaínos acostumbran a reunirse en cuadrillas para festejar y disfrutar en tan significativa fecha. A pesar de la distancia, los bilbaínos residentes en Torrevieja no dudaron en celebrar esta festividad en las callles y plazas de la ciudad salinera. El ambiente festivo fue caldeado con la música del "Txistu", interpretado por Txetxu.

Numerosos socios y simpatizantes, integrados en las peñas de fútbol del Atletic, aportaron alegría y colorido a esta fiesta en la que deporte, gastronomía y fervor religioso van de la mano. La ocasión fué aprovechada para la presentación de la peña Atletic "Lagun Artean", con sede en el Bar restaurante "La Catedral", ubicado en el parque La Habana.

Tampoco faltaron los seguidores del Atletic integrados en Asociación Amigos del Atletic de Bilbao "El Salinero", aportando alegria y buen humor a la festividad de Nuestra Señora de Begoña.

Ya en el siglo XVI encontramos la devoción a la Virgen de Begoña derramada por Vizcaya y expresándose en multitud de exvotos y dones que el rigor de los tiempos y las guerras han hecho desaparecer por completo.

Aunque la historia de esta advocación se remonta a siglos atrás, hacia el año 1300, cuando Bilbao nació como una puebla de pescadores, marinos y mercaderes, entre montañas, allá donde su ría no admite ya el remontar de los navíos y los caminos de tierra, rutas de traficantes y arrieros, comienzan a adentrarse trabajosamente hacia tierras de Castilla. Fue hace 7 siglos y de ello guarda memoria, constantemente renovada en el viento, el sonido del Txistu.