Llantos inconsolables y pesares casi infinitos en el entierro de la sardina realizado en las instalaciones de la Casa de la Tercera Edad de la Calle San Pascual. Socios, amigos y simpatizantes recrearon de manera magistral este clásico con el que culmina el carnaval y comienza la cuaresma.
La presidenta de la Casa de la Tercera Edad, Carmen Pérez Martínez y su junta directiva,socios y amigos, pusieron la sardina en el asador tras invocar los beneficios de la carne y los placeres mundanos. Los disfraces fueron realizados a toda prisa, pero con muy buen gusto, aunque la toga del sacerdote fuese una de las cortinas del salón de un socio de la Casa de la Tercera Edad de la Calle San Pascual.
Es el segundo año consecutivo que los miembros de esta casa realizan el entierro de la sardina y ante la excelente respuesta del público continuarán recreando este clásico del fin de carnaval e inicio de la cuaresma, enterrando la sardina.