La disfonía es la alteración de una o más de las características acústicas de la voz, como el timbre, la intensidad o la altura tonal. Esta alteración puede ser percibida por el paciente o por el entorno. Es un síntoma frecuente, no una enfermedad, y alcanza al 5% de la población. Muchas veces, la disfonía se valora y trata en Atención Primaria, debido al diagnóstico por ejemplo de una laringitis; aunque también las disfonías pueden alertarnos sobre la existencia de una patología de mayor grado.
Según el hospital de Torrevieja Doctor Manuel García Gea el 50% de sus pacientes de otorrinolaringología la padece, siendo los pólipos en las cuerdas vocales o laringe dos de las mayores causas responsables de un total de 27 patologías diferentes.
6 de cada 10 casos corresponde a mujeres aunque también es un problema muy común en los niños. Por sectores laborales parece ser que quienes más la sufren son los docentes y los comerciales.
Por ello se recomienda no fumar, beber mucha agua, mantener una higiene vocal, mantener un buen uso de la voz, y por supuesto acudir a su medico o a un especialista, ya que podrían derivar en nódulos o pólipos.