Cambiar de compañía eléctrica puede costarnos muy caro y muy barato al mismo tiempo, tal y como le ha ocurrido a Salvador Andreu Aracil, que recibió, con más sorpresa que indignación, un recibo de liquidación del servicio por valor de 0,01 céntimo.El protaginista de tan menguada deuda acudió a la oficina de Correos a saldar cuentas con la compañía eléctrica y se encontró con una agradable sorpresa, pues que el funcionario encargado del cobro le sufragó la deuda de su propio bolsillo.