La policía local lleva a cabo una campaña de sonometrías que realiza en distintos establecimientos públicos midiendo los niveles de sonido y ruido con la intención de conciliar la diversión con el descanso. Esta medición se realiza mediante la instalación de limitadores de sonido que con el tiempo deben ser calibrados, revisados y actualizados. Actualmente existen instalados 50 limitadores en establecimientos de la ciudad, aunque esta cifra ha llegado a ser de 90.